Lagüelles



4/08/2017

Hoy Lagüelles son las ruinas de unos hogares que apenas conservan sus paredes.

El descenso de las aguas del embalse de los Barrios de Luna hace que aparezca como un pueblo fantasma. Y mientras caminamos entre sus calles polvorientas y plagadas de piedras, nos sobrecoge un sentimiento de tristeza al pensar en los niños que corrieron por sus calles, en las gentes que arreglaron esas casas, que trabajaron los campos aledaños y en definitiva que vivieron en Lagüelles, y que un día fueron expulsados de sus casas en aras de un interés para otra mayoría.

Volviendo de la zona de Ubiña, descubro que la escasez de agua del embalse de los Barrios ha dejado al descubierto las ruinas de Lagüelles.

Planeamos una salida por la zona, adecuándola a su paso por Lagüelles.

Partimos de Abelgas de Luna, pueblo final de carretera e inicio del valle de Valverde, uno de los valles más largos de la provincia.

En nuestro caso no caminamos hacia Valverde, lo hacemos en sentido contrario, hacia el este. Por un camino carretero que va ganando altura, para luego perderla en un estrecho valle plagado de robles.

Abandonamos el rumbo este, para afrontar el Callejón de las Fusicas, un paso estrecho entre altas paredes. Algo más de subida y alcanzamos el collado de San Lorenzo. A partir de ese punto toca descender todo el valle hasta alcanzar el borde del embalse.

Praderas resecas, caminos polvorientos y ni un pequeño reguero hasta la proximidades de la majada Lagüelles.

Desde la majada un camino baja paralelo al reguero y cruza el pueblo de Lagüelles. Mejor dicho: cruza las ruinas del abandonado pueblo de Lagüelles.

Dieciséis fueron los pueblos que quedaron atrapados en las aguas de la presa para siempre, algunos parcialmente: Arrévalo, Campo de Luna, La Canela, Casasola, Cosera, Lagüelles, Láncara de Luna, Miñera, Mirantes de Luna, El Molinón, Oblanca, San Pedro de Luna, Santa Eulalia de las Manzanas, Trabanco, Truva y Ventas de Mallo.


La iglesia de Lagüelles es el primer edificio que vemos. Cuando hemos recorrido el embalse con el kayak hemos podido ver su espadaña sobresaliendo del agua. Hoy permanece al descubierto todo el edificio, al igual que el pueblo, que podemos recorrer, entre los escombros de sus casas derruidas. 

Pensamos que Lagüelles tuvo que ser un pueblo grande. Y lo confirmamos viendo por internet los datos del último nomenclator publicado por la Dirección General de Estadísticas de 31 de diciembre de 1.940, donde figura que Lagüelles contaba con 112 habitantes de hecho, 33 edificios vivienda y 11 edificios de otros usos.

El 15 de junio de 1951 se cierran las compuertas para el inicio del primer embalsado, pero habrá que esperar hasta 1.956 para que se inaugure oficialmente.

Fue creado para poder dotar de regadío la zona del Páramo Leonés y la comarca del Órbigo.

Hoy aparte de nosotros los únicos visitantes son una pareja de ganaderos que han venido hasta la zona con su quad y pasan de largo hacia la cola del embalse para controlar sus vacas. 

Retrocedemos hasta la majada. Un camino recorre, por una ladera plagada de roles, la cola del embalse hasta la central eléctrica de Abelgas, donde salimos a la carretera que nos lleva hasta Abelgas.

Mapa del recorrido.
Abelgas de Luna y su particular iglesia nueva.


Sierra de la Serrona y las puntiagudas Felechosa y Pico de la Seita.

Cambiamos de valle cruzando por el Callejón de las Fusicas.




Collado de San Lorenzo.
Las sabinas son las reinas del lugar.
El valle esta seco, los caminos polvorientos. Es necesario buscar la sombra.

Hemos recorrido el valle, ahora los hacemos por las praderas próximas a Lagüelles.


Iglesia y pueblo de Lagüelles.


El arroyo cruzaba por el pueblo.
Poco queda.











Camino de la central de Abelgas, La Felechosa y el Pico de La Seita se ven más próximas.
En busca del coche.

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